"Vivir en cualquier parte del mundo
hoy y estar contra la igualdad por motivo de raza o de color es como vivir en
Alaska y estar contra la nieve." Faulkner, William
Este fin de semana estuve en una tienda de grande superficies,
cuando ya teníamos un rato caminando, se nos acerca un promotor que ofrecía
servicios financieros, nos comienza hablar de todos los beneficios de dicho
productos, ¿cuál es mi sorpresa?, que mientras conversábamos, surge una
pregunta ¿son nacionales (españoles)? y respondimos de forma natural, “estamos
en procesos”, la cara del promotor cambio y nos dijo con una voz de decepción “por
ser extranjeros existen otros requisitos, esta promoción es solo para nacionales, este productos no se les puede otorgar…”, me fui de allí un poco confundida.
Pasaron los minutos y comencé asimilar de manera más racional
lo que nos había ocurrido… llegue a la indignación, y comencé a decirme ¿cómo
es posible, que un banco reconocido, me discrimine por ser extranjera?, si estoy
de acuerdo que se tenga un perfil del cliente para seleccionar , tales como: 1)
Si tiene trabajo o si tengo liquidez
financiera, para pagar los gastos, 2) Residencia vigente, en el caso que sea
extranjera, pero utilizar si soy extranjera, esto se llama “discriminación” que significa seleccionar excluyendo; esto
es, dar un trato de inferioridad a personas o a grupos, a
causa de su origen étnico o nacional, religión, edad, género, opiniones,
preferencias políticas y sexuales, condiciones de
salud, discapacidades, estado civil u otra causa. (CNDH). Según Amnistía Internacional es una agresión a la noción misma
de derechos humanos. Niega sistemáticamente a ciertas personas o grupos el
disfrute de todos sus derechos humanos basándose en quiénes son o cuáles son
sus creencias. Resulta fácil negar los derechos humanos de una persona cuando
se la considera “infrahumana”.
La discriminación
es una conducta que la observamos en la vida diaria, pero lo terrible es que, lo vemos como algo habitual y a veces ni la distinguimos cuando ocurre. Erradicar las prácticas discriminatorias
es una tarea conjunta que requiere de la voluntad y el trabajo
de todos los sectores de la sociedad. A cada
individuo le corresponde reconocer y aceptar sus conductas discriminatorias,
con objeto de cuestionarlas y estar en posibilidad de
modificarlas.
La discriminación debe ser prevenida mediante la promoción de valores como la igualdad,
el respeto y la tolerancia; sólo así
tendremos una sociedad realmente
igualitaria y democrática donde las diferencias convivan en armonía. Para ello debemos promover la cultura de los derechos
humanos y garantizar su protección
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