Cambiar de rumbos.

“Todos los cambios, aun los más ansiados, llevan consigo cierta melancolía”. 

Anatole France 

El cambio para mi desde hace mucho tiempo, es una constante…hasta es la competencia personal que más desarrollada tengo. Sin embargo, hace unos 10 años atrás, no podía decir lo mismo, el cambio me producía miedo, angustia y salirme de mi zona de confort, me generaba preguntas, que debía responder antes de abandonarla.

Sin embargo, un día nada esperado apareció la oportunidad de abandonar mi país… experimente una enorme alegría, pero a su vez un miedo aterrador, porque dejaba lo que conocía y junto con ellos mis afectos… comencé a preguntarme ¿Qué hago?, ¿Podré hacerlo?, ¿Cómo la hago?... ¿Será la mejor decisión?... tome la decisión contemplando un montón de aspectos, sin embargo nunca tome en cuenta la más importante para mi… que era mis afectos, mis padres… etc. Y ¿cómo esto me afectaría?, ha sido lo más difícil que me acostado llevar… con el tiempo aprendes a sobrellevar la distancia y las emociones, esto se los podré contar en otro post.

Al pasar el tiempo sé que ha sido la mejor decisión, he aprendido de mi misma y me he desarrollado como persona, comprendí que el cambio es constante… la vida cambia todos los días y con ella tu… el cambiar de país, te enseña que eres capaz de adaptarte a cualquier cultura y ambiente, pero lo más importante a tener la humildad que todos los días, puedes aprender de la sociedad que has decidido vivir. Además, no eres tú que vas agregar valor a la cultura, eres tú que vas aprender de ellos.

Estar en constante evolución te capacita, a vivir el cambio como algo natural, y por otro lado, buscar aprendizajes positivos que te hagan desarrollarte como persona. El cambio es la gran oportunidad que te da la vida… para evolucionar y aprender…