Hace unos días me encontré con estas palabras de Maytte
Sepulveda que menciona “Los cambios muchas veces nos atemorizan, porque nos
llevan a soltar, dejar atrás y a enfrentar lo desconocido, para vivir nuevas
experiencias. Debemos estar dispuestos a perder un poco, para ganar algo nuevo,
entendiendo que tenemos la oportunidad de ser una persona diferente y mejor
cada día, y que además, tenemos el regalo de poder elegir como queremos vivir
el resto de nuestra vida.”
Desde mi experiencia cambiar o emprender nuevos
caminos, requiere un esfuerzo emocional, que da la sensación de lanzarte al
vacio y con ello la perdida de alguna seguridad que consideras tener. Es por
ello, que es tan difícil a veces de aceptar el cambio o ser capaz de
protagonizar tu propio cambio.
Esto está muy bien ejemplificado en la película “El extraordinario
viaje de T.S. Spivet” T.S.
Spivet es un niño dotado de una gran inteligencia para su
edad (12 años) y vive con su familia en el estado de Montana (Estados Unidos). T.S. Spivet se siente
incomprendido por su familia pues su padre está obsesionado con los cowboys, su madre se pasa el día estudiando los escarabajos y
su hermana mayor está obsesionada con su imagen. T.S. Spivet está dotado de un gran
talento para la cartografía y todo tipo de inventos. Haciéndose pasar por un
adulto y a espaldas de sus padres, publica en varias revistas importantes de cartografía.
Un día le comunican que él es el ganador del Premio Baird por sus
publicaciones y es invitado a recoger el premio a Washington D.C., donde además, esperan que dé un discurso. Sin avisar a sus padres, se
escapa de casa y sube a un tren en el que cruzará Estados Unidos hasta llegar a
su destino.
Esta película trata de presentar, como un niño a pesar de sus limitaciones,
hace todo lo que tiene en sus manos, para perseguir sus sueños. ¿Cuántos de nosotros somos capaces de hacer, lo que él hizo?, a veces podemos tener
mucho “talento” para una determinada área, pero si no somos capaces de buscar
oportunidades y asumir la responsabilidad que el dueño de nuestro éxito, somos
nosotros mismos.
A veces es preferible intentarlo, porque lo malo es que quedarse con la
duda, si lo hubiese realizado... podría haber pasado aquello... Es por eso,
que debemos ser agentes activos de nuestra propia vida. Intenta ser honesto y
congruente con lo que deseas hacer… y ser, para si luchar por tu sueño…
Les dejo el tráiler de la película.
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