Hace días leí estas afirmaciones en el twitter, por lo
tanto inspiraron este post:
“La vocación es la conjunción de habilidades con preferencias. Lo que se
desea en la vida es conjunción de deseo con objetivo
En la sociedad te dicen que la vocación es lo primero cuando en realidad lo
primero es la conjunción del deseo con el objeto” por @psicovivir
Las afirmaciones antes expuestas pareciera que el ser humano, elige a que
se quiere dedicar toda la vida, solo por el hecho de obtener éxito,
prestigio, retribución económica, estatus social y bienes materiales, mi
pregunta es ¿Dónde queda la parte existencial del individuo y su satisfacción
como persona?, ¿Será feliz en lo que trabaja? Es por ello, que
trataré de reflexionar acerca ¿qué es la vocación? y responder la
siguiente pregunta ¿debemos seguir nuestra pasión o lo que nos dice la
sociedad?
La vocación es la tendencia que siente una persona hacia determinadas
actividades, es una inclinación natural que ya desde niño se manifiesta. A nivel general, la vocación aparece relacionada con los anhelos y
con aquello que resulta inspirador para cada sujeto. Se supone que la
vocación concuerda con los gustos, los intereses y las aptitudes
de la persona.
Algunos
investigadores prefieren hablar de inteligencia múltiple que de vocación, como
es el caso de Howard Gardner, que la define como un conjunto de capacidades que
permiten que una persona resuelva problemas o forme productos que son de
importancia en su vida.
Su
teoría se basa en tres principios:
• La
inteligencia no es una sola unidad, sino un conjunto de inteligencias múltiples.
• Cada
inteligencia es independiente de las otras.
• Las
inteligencias interactúan entre sí, de otra manera nada podría lograrse.
Los
importante es desarrollar cada uno de ellas, y así la persona podrá elegir
dependiendo de sus capacidades y potencialidades, la actividad profesional que
desea elegir.
Por otro lado, otros le llaman “talento”
es un complejo de aptitudes o de inteligencias, de destrezas aprendidas y de
conocimiento, y motivaciones, aptitudes, disposiciones, que predisponen a un
individuo al éxito en una
ocupación, vocación, profesión, arte o negocio. Así, una persona
talentosa es la que muestra una aptitud y un resultado destacado en un área o
campo académico como: la música, la plástica, la literatura, las ciencias,
entre otras. Por ejemplo Pablo Neruda en las letras y Pablo Picasso en el arte.
El talento no es un rasgo estable para toda la vida. La
naturaleza del talento es interactiva y sociocultural por lo que su definición
social y sus manifestaciones cambian. No es una característica estable sino una
cualidad dinámica dependiente de los cambios dentro del individuo y en
el ambiente
Además Ken Robinson prefiere
llamarlo el “elemento”, es hacer lo que nos gusta, para lo cual tenemos una
capacidad natural, por lo tanto es la clave de la pasión y de la creatividad.
Muchos se preguntarán, ¿En que soy bueno?, ¿Cuáles son esas competencias?, ¿cuál
será mi talento natural?
La premisa es que todos somos únicos,
todos sabemos hacer algo, todos sentimos pasión por una actividad. El
Elemento, es la confluencia entre nuestras aptitudes y nuestra vocación
natural.
Estar en el Elemento significa perder la
noción del tiempo, estar conectado con tu pasión, que las ideas fluyan de
dentro para afuera y al revés, sentir que estás en armonía con el mundo que te
rodea. En definitiva, disfrutar y ser feliz.
Para llegar al Elemento tienes primero que
saber qué es lo que te hace diferente del resto (tus potencialidades), segundo
sentir pasión por ello, tercero quererlo con todas tus fuerzas
Ya
sabemos que se entiende por vocación, ¿Cómo elegimos?; ¿Debemos seguir nuestra pasión o lo que nos dice la sociedad?
Desde
el punto de vista de la psicología humanista, según Rogers y Viktor Frankl el
ser humano debe ser responsable de sus propias decisiones personales, por lo
tanto, cada persona debe ser libre de decidir su desarrollo personal y
profesional, además debe de vivir la experiencia, como un proceso que le permita explorar a sí mismo, para conocer que le “gusta hacer” y “cuáles son sus
potencialidades, para desarrollar. Sin embargo, cada persona debe ser libre de elegir cuál debe ser su
proyecto de vida y a que se quiere dedicar.
No obstante cuando elegimos una profesión sin tomar en cuenta nuestras
potencialidades, y nos dejamos llevar por la sociedad o por lo que lo demás
espera de nosotros, quizás seamos ese trabajador insatisfecho y con ganas de
terminar rápido la jornada de trabajo, para irnos a casa. Sin embargo, aquel
que le gusta lo que hace, puede pasar horas trabajando, perdiendo la
noción del tiempo, llamado flow por la psicología positiva, pero además tendrá
un alto grado de satisfacción personal y de autor-realización personal.
Quizás muchos pensarán como voy a elegir una profesión, guiado
por mí “elemento” cuando existe un alto nivel de desempleo y cuando los
mercados globalizados marcan las pautas del mercado laboral, por otro lado,
muchos te van a decir eres “un soñador”, hay que trabajar en lo que da dinero…
sin embargo, las organizaciones hoy en día buscan y necesitan personas
apasionadas y creativas, y estas dos cualidades, la poseen las personas que
trabaja en lo que les gusta. Cuando trabajamos en nuestro “elemento” podemos
generar ideas creativas e innovadoras, y por otro lado, obtener éxitos
profesionales junto con un alto grado de autor-realización personal. En
definitiva “ser felices” y transmitirlos a los demás.
Voy a terminar con una frase de Viktor Frankl “toda persona tiene una
vocación o misión específica en la vida. Toda persona debe llevar a cabo un
designio concreto que exige su cumplimiento. Por ello es irremplazable, y su
vida, irrepetible. De este modo, la tarea de cada persona es única así como la
oportunidad especifica de realizarla…” por lo tanto te invito a seguir tus
potencialidades, pero recuerda eres libre de elegir