Cuando somos niños, no poseemos noción del tiempo, tendemos a percibir que los días
pasan rápido y más cuando estás inverso en
una actividad que te gusta, como por ejemplo: jugar con tus amigos, correr en el parque, en
mi caso cuando estaba jugando con mis Barbie; gracias a esa inocencia casi nunca, pensamos
en el futuro y no nos hacemos pregunta como: ¿qué pasara si?; siempre estamos
protegidos por nuestros padres, ya que ellos son los responsables de que todas
nuestras necesidades estén cubiertas, es inevitable decir que “nos sentimos
seguros”, no hay nada que nos preocupe, y a veces tendemos soñar despierto en
la infinitas manera de dedicar nuestra vida, muchos expresamos algunas de estas
afirmaciones “cuando sea grande quiero ser bombero, policía, ser mi mamá y
hasta marinero”, no tenemos noción de que es importante y que no, esa es la niñez, una mágica etapa de la vida,
donde los sueños son realidades y las experiencias nos hace fluir.
Sin embargo, cuando comenzamos a tomar conciencia de nuestra
responsabilidad de la vida, adoptamos conductas muy típicas de que estamos
madurando, preguntarnos por el futuro, ¿Qué pasará?, ¿Cómo será el futuro?, ¿En
qué trabajare?; ¿Tendré aptitudes para lo que estoy estudiando?, junto a esta
cantidad de preguntas, existe una movilización de hormonas y de emociones que
nos hacen vulnerable o rebeldes sin causa. Por otro lado, ya nuestros padres se
convierten en algunas ocasiones en proveedores de recursos, y disminuimos las muestras de cariños porque
consideramos que es una conducta de niños, no obstante, nuestros padres siempre
están allí para apoyarnos en nuestras decisiones y también en nuestras
equivocaciones. Para algunos comienza una etapa de descubrimiento personal y de
experiencias vividas, que luego son anécdotas para toda la vida. Una etapa como
la universidad nunca se podrá repetir… Y es inevitable allí algunos tomamos conciencia
del tiempo y del futuro, y comenzamos a tener la creencia que para ser feliz
necesitamos tiempo.
Estos dos ejemplos ilustran que el tiempo pasa de brisa como un abrir y cerrar de ojos, por eso lo único seguro es el ahora, “es este
momento”, ya lo que paso son anécdotas de la vida y el futuro ni siquiera
existe... el ahora es lo único que puedes cambiar y a su vez generar
aprendizaje, digo esto porque en
cuestión de horas, minuto todo puede ser diferente a lo que tenias, por eso
aprovecha el tiempo que tienes ahora… para ser feliz y hacer feliz a lo que
tienes a tu alrededor, así como cuando éramos niños que nos dejábamos llevar
por el ahora…
No hay comentarios:
Publicar un comentario