Es importante señalar, que todo lo que está escrito en este
artículo, es visto desde mi realidad y percepción, por lo tanto, les invito que
cada quién de manera individual se responda la siguiente pregunta ¿Cómo me he
sentido yo?
Para responder este interrogante, voy a comenzar diciendo que
al principio me sentí extraña, ya que no hay referencias de calles, ni de
direcciones todo es diferente y nuevo, no hay nadie que te conozca, tienes una
sensación de pérdida de referencias sociales, de lugares y lo más importante
nadie sabe quién eres, lo cual hace que debes comenzar de nuevo, en el ámbito social y profesional.
Cuando hablo de comenzar en el ámbito social me refiero que
existen códigos implícitos de cómo establecer relaciones sociales, de
comunicación verbal y no verbal, que hay que comprender para iniciar relaciones
interpersonales, y tener tus propias redes sociales, ya que esto te va permitir
adaptarte y conocer más rápido al país. Aunque me encuentro en un país que
habla español, no necesariamente las relaciones sociales se establecen de
manera similar a mi país, por lo tanto, me tomo tiempo para comprender y
entender las relaciones sociales en el país que me encuentro.
Por lo tanto, por ese tiempo que me tomo establecer
relaciones sociales, al principio me sentí sola y cuando me comunicaba con
alguien, a veces me entendían y a veces no, porque aunque hable español, no
utilizaba las misma palabras coloquiales o comunes a todos, por lo tanto,
también tuve que aprender a conocer algunas palabras coloquiales, para
comunicarme de manera efectiva con las personas.
Todo este proceso va acompañado, por una movilización interna,
que yo voy a llamar “duelo emocional”,
que consiste en la sensación de pérdida de tus costumbres, tus valores y tus
tradiciones, además también es la pérdida del contacto directo y habitual con
tus amigos y de tu familia. Además, existe otra pérdida importante que es la
profesional, ya que ahora tu título universitario es solo un papel sin valor,
que debes homologar. Y por otro lado, toda tu experiencia profesional no es
valorada en el mercado laboral, ya que no corresponde a ese país, por lo cuál debes comenzar desde cero ha demostrar tus talentos. Es un proceso largo y debes
tener paciencia, ya que, por no ser de ese país inconscientemente dudan de tus
capacidades y debes ganarte la confianza.
Paralelo a ese duelo emocional, comienzas de manera inconsciente, ha idealizar a tu
país, dándole mayor importancia a ciertas características, que no encontraba en
el país que vivo ahora, en mi caso verbalizo las siguientes frases dando ejemplo
de mi idealización…“el clima de país es el mejor del mundo”, “en mi país se
hacen las cosas mejores en cuanto a …”, sin embargo, después te das cuenta que
el amor que sientes por tu país, es parecido al amor que sientes por tu madre,
ya que siempre dirás “eres la mejor de mundo”… y a ¿quién no le parece que la mejor del mundo es su madres o su
país?… por lo cual, vas aprendido que cada país tiene sus encantos y sus
limitaciones, por lo tanto, la idea es
aprender y tener una mente abierta. Sin embargo, el amor por mi país ha crecido
y ahora valoro muchas cosas que antes las daba por hecho.
Este nuevo rol me ha permitido desarrollar diversas
competencias personales, además me he conocido más ha profundidad, a partir de episodios familiares que desde la
distancia he tenido que vivir, he conocido mis fortalezas internas y también
mis limitaciones emocionales. Por otro lado, he desarrollado las siguientes
competencias tales como: adaptación cultural, manejo de incertidumbre, solución
de problema, control de las emociones, comunicación efectiva, tolerancia e
integración, a través de cada vivencia que he tenido lejos de país y de mi
familia. Pero lo más importante, que he aprendido que la diversidad agrega
valor a cualquier país y que para enfrentar este rol debes manejar
el cambio como un proceso natural de la vida, no tener miedo de asumir riesgos,
auto-motivarse cada día para continuar con las metas propuestas, a pesar de las
adversidades y también creer en ti mismo.
Algunas de las cosas, que me ha acostado asumir, es que a veces prefieren que los inmigrantes realicen su proceso de integración, a través de la asimilación cultural, esto se refiere adoptar la cultura del país en su totalidad (manera de hablar, comportase, tradiciones etc.) y en algunos casos olvidándote de tu propia cultura, ya que es la presunción de que dichos elementos generales son la garantía de la convivencia cultural dentro de un estado o territorio. Prefiero entender la integración como un proceso multicultural, donde me integro a una sociedad diferente a la mía, respetando sus normas, tradiciones y valores, pero siendo yo el único responsable de la modificación de mis valores personales o agregando aquellos que se identifiquen conmigo, que me permiten llegar a un proceso de integración pleno y de respeto mutuo.
Además, es importante conocer el país donde vives, yo me he preocupado de conocer la historia y la idiosincrasia de los españoles, lo cual me ha permitido apreciar que son personas que valoran la amistad y la sinceridad, valores que he adoptado. Por otro lado, es una sociedad bastante precavida en comparación, a Venezuela en establecer relaciones sociales, por ejemplo, en Venezuela invitamos a nuestras casas con facilidad un compañero de trabajo, aunque tengamos pocos meses conociéndolo, aquí en España es un episodio que le dan importancia y no lo hacen a la ligera. Son esas singularidades que son poco perceptibles, que distingue una cultura de otra, aunque se hable el mismo idioma.
Durante este proceso he apreciado muchas cosas, que tengo aquí
y no las tenía en Venezuela, pero hay otras que extraño que solo he tenido la
oportunidad de experimentarlas en mi país. Aquí valora la posibilidad de caminar a altas
horas de las noches, sin tener problemas de inseguridad, me encantan los veranos
porque existen un montón de opciones culturales que te permiten disfrutar de
música, arte y cultura, que por problema de inseguridad en mi país sería difícil
de realizar. Sin embargo, aquí no ha sido fácil la posibilidad de desarrollarme en el campo profesional, a pesar de
tener homologado mi título en este país y tener estudios en Europa, la posibilidad de ingresar en el mercado laboral ejerciendo mis conocimientos
ha sido un camino difícil, ya que pareciera que no toman en cuenta mi experiencia profesional
en mi país y a veces he sentido que no valoran la potencialidad que tengo para aprender
o ejercer un determinado puesto de trabajo. Es relevante señalar, que esta es mi percepción y este aspecto es importante para mí, como persona, seguro que para otros, tendrán otro aspecto que extrañaran o no extrañaran.
Ser inmigrante es un proceso interno enriquecedor, te abre
los ojos a un mundo que nunca has imaginado vivir, te da la posibilidad de
conocerte en situaciones que en tu país nunca podrían haber vivido, pero también
te sensibiliza más acerca de la importancia de la familia y de los valores que
te han enseñado tus padres, creo que nunca había tenido tan presente a mis
padres como ahora. La vida en tu país sigue corriendo y tu familia sigue
viviendo, sin embargo tú sigues queriendo a veces conocer que hacen, para no
perderte de nada, es normal es tu familia, he aprendido a valorar que son los únicos
que sienten un amor incondicional, por mí, a pesar de la distancia, es un amor
que crece cada día. Por otro lado, sigo amando a mi país y me siento orgullosa
de ser venezolana, pero claro quizás todo este proceso me ha cambiado ahora
valoro cosas que antes no me importaban y tengo otra concepción de la vida. Además,
amar en la distancia, es posible para las personas que te aman de verdad, pero
en este proceso las amistades que tenía,
muchas han desapareciendo y se ha perdido la profundidad de la relación. Es
normal, vas perdiendo unas cosas y ganando otras, así es la vida, un constante
proceso de cambios y de adaptación.
Concluyo diciendo que para escribir este artículo, me ha
constado muchísimo, he pasado días revisándome para poder expresar con claridad
mis sentimientos y mis emociones, siempre queriendo dar un aprendizaje de mis
vivencias y recordando que es mi percepción, cada persona tiene su propia
realidad. Por otro lado, quizás muchos se preguntarán ¿cómo vas a extrañar a
Venezuela?, si hay tanto problemas estructurales y no funciona absolutamente
nada, es mi país donde esta mi familia y donde provienen la mayoría de mis
valores, es un proceso que vivieron también
los europeos que emigraron a Venezuela, es un sentimiento de pertenencia por tu
país y por tus raíces, creo que es algo que quizás se debe experimentar para poder comprender. Sin embargo, ya ha pasado mucho tiempo desde que llegue
a este país, ahora me siento integrada, tengo amigos maravillosos y
soy una más de la sociedad donde vivo, me preocupo como cualquier ciudadano del
rumbo del país donde vivo.
Para culminar les dejo este pensamiento "Acepta los riesgos, toda la vida no es sino una oportunidad. El hombre que llega más lejos es, generalmente, el que quiere y se atreve a serlo." Dale Carnegie
Para culminar les dejo este pensamiento "Acepta los riesgos, toda la vida no es sino una oportunidad. El hombre que llega más lejos es, generalmente, el que quiere y se atreve a serlo." Dale Carnegie
Complejo e interesante. Cada experiencia es un mundo. En mi caso, aunque siempre llevaré a Vzla. en mi corazón, he de reconocer que (salvo por ir a ver a mis padres) no tengo ningún motivo para regresar. No la extraño. Quizás porque donde estoy se parece muchísimo, hay seguridad y hay comida en los anaqueles de los supermercados. Todas las cosas que soñé tener en mi país pero que no llegaban nunca; y que al final, con el advenimiento de un loco megalómano al poder, sé que no llegarán (al menos durante mi juventud)
ResponderEliminarSi pudiera traerme a mis padres creo que quemaría los barcos.
Pero cada experiencia es distinta. Mi hermana, en otro país pero mismo continente puede pensar diferente a mí.
Igual no pierdo la esperanza de que mi país finalmente obtenga el futuro que le negaron estos criminales de turno y se enrumbe hacia el futuro que todos anhelamos.
El exilio (porque hay que llamarlo como es) es algo duro, pero si bien siempre seré un extranjero mi meta es que mis hijos no lo sean. A ellos les lego el futuro con el que he soñado toda mi vida.
ayy que duro es irte de tu país. De eso no nos damos cuenta claro, hasta que no nos toca. La verdad es que la razón no tiene porqué ser la crisis, puede ser simplemente que apesar de estar muy bien en tu casa, quieres ir a mejor aun, es legítimo que el ser humano aspire a mejorar y mejorar si eso es para el bien común. La punzada más dolorosa yo la encuentro ahí, en los padres, esa lucha interna: ¿estar a su lado, viviendo segundo a segundo a su lado para no perder nada en esta vida de los que más quieres? o volar y vivir tu vida? que seguro sepamos es ésta, porque ojalá hubiera más pero nadie lo sabemos.
ResponderEliminarExcelente escrito Zaire, aunque cada quien vive esta experiencia de manera diferente, muchos de los sentimientos que tu expresas son comunes a todos los que hemos emigrado alguna vez, y sirven de referencia para aquellos que lo quieren hacer. Un abrazo grande, mis mejores deseos.
ResponderEliminarGracias Adriana por tu comentario y leerme, efectivamente emigrar es un proceso individual y muy personal... por lo tanto una experiencia que cada persona debe vivir y aprender .
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