lunes, 1 de abril de 2013

ESTAR Y NO ESTAR



Sólo una madre sabe lo que quiere decir amar y ser feliz.
Adelbert von Chamisso

Tengo mucho tiempo que no les hablo de mis experiencias personales, ahora estoy preparada para comentarles que hace aproximadamente 6 meses, tuve que vivir una circunstancia que nunca quieres experimentar, es vivir la pérdida de memoria de tu madre, en esos días cuando la cuidaba pasaba todo el día contemplándola y queriendo grabar en mi memoria todo lo que hacía, a veces pensaba, ya no puedo hablar con ella como antes, porque no me reconoce y ya sus grandes recuerdos se han ido. Me preguntaba ¿una parte de ella se fue con la memoria?, aunque a veces me nombraba, pero yo le decía “estoy aquí”…. Y ella me miraba extrañada, porque no sabía ¿quién era yo?,… sin embargo, habían días que me regala sorpresas me tomaba de la cara, me acariciaba y me decía hija “te amo”… y me daba un beso… ese gesto me reconfortaba y me hacían pensar que ella sabía quién era yo…sin embargo, inmediatamente después me decía “hola, ¿cómo está tu mamá?”, y allí me decía ya se fue otra vez…

Habían días que eran difíciles para mí, esos días sentía mucha nostalgia, quería escuchar sus consejos, quería abrazarla y que ella conversara conmigo como antes, porque mi mami y yo teníamos largas conversaciones  acerca de la vida, teníamos una relación muy especial, yo le contaba todas mis  experiencias y mis pensamientos… es decir, quería mi mamá devuelta, sin embargo, en esos días pasaban cosas maravillosas, un día estaba muy triste, y ella me pregunto ¿Desde cuándo me amas? Y yo respondí muchísimo es infinito desde que nací… y ella agrego “yo te amo mucho más, antes de que tu nacieras”… escucharla decir esto, ese día fue mágico, para mí.  Allí comprendí que la conexión emocional entre una madre y un hijo… es muy profunda y que recorta limites hasta cuando ya la memoria no existe… para mí ha sido terrible, he sentido mucho dolor, enfado, me he sentido huérfana y me hace mucha falta nuestras conversaciones y nuestra relación tan especial,  sin embargo, me ha costado mucho aprender y comprender que la vida es un proceso continuo de cambios y que en el camino aprendes muchas cosas, pero también dejas otras…. Además, es natural el proceso de envejecimiento de tus padres, aunque tu instinto hace que quieras preservarla para siempre, pero lo más importante, es vivir esa nueva realidad desde el amor y aprender a disfrutar el ahora,  yo no vivo en mi país, por lo tanto, la distancia hace más profunda la perdida, sin embargo todavía hablo con mi madre por teléfono, hablamos de su realidad y siempre sin saber quién soy yo... me dice “te amo hija…cuídate…”  eso llena mi corazón de amor, porque a pesar de la distancia, de la falta de memoria… el amor transciende todo obstáculo… y se hace presente…   

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