La madre es el hogar de donde venimos, la naturaleza, el suelo, el océano... Erich Fromm
He pasado varios meses perdida. Pero el
aprendizaje de otro idioma, me ha tenido ocupada, toda esta experiencia me está
permitiendo aprender mucho de mí misma y además estoy descubriendo que me
apasiona aprender otro idioma. Cuando estoy en clases de inglés se me va el
tiempo rápido, porque trato de disfrutarlo y reírme de mi misma cuando no puedo
pronunciar una palabra, es volver a ser niña, es una gran oportunidad de
cometer errores y aprender.
En este post quiero reflexionar, acerca de la búsqueda
o el deseo que tenemos los emigrantes, de encontrar
aquello que llamamos “hogar”, por ejemplo
algunas personas buscan paz, seguridad, empleo o simplemente el
desarrollo profesional y personal, otros buscan un país
semejante al suyo, pero que tenga todas aquellas ventajas, que su propio país adolece.
Es como querer tener un “país perfecto”,
que consiste en tener lo mejor de los dos mundos, del país de origen y del país
de acogida. Mi pregunta ¿eso puede ser posible?
Desde mi experiencia, creo que todos cuando
emigramos idealizamos nuestros países, seguramente hemos dicho “en mi país se
hace mejor”, “el clima de mi país es perfecto”, “la comida de mi país es la
mejor del mundo”, etc. Quizás nadie va duda que tu país es genial, pero ¿quién no piensa eso de su país?. Es semejante a la
respuesta que tiene un niño, cuando le preguntas ¿quién es la mejor madre del
mundo? Seguramente va decir la mía…. Y no habrá duda que será así, pero miles
de niños piensan lo mismo. Por lo tanto, ¿cuál es el mejor país del mundo, para
vivir?, seguramente ya tienes la respuesta… el tuyo, aunque tenga deficiencia. Porque
es donde tienes tus raíces emocionales, es donde aprendiste o desarrollaste
determinados valores, es donde te sientes familiarizado con el
entorno, las normas y las personas.
Sin embargo, cuando emigramos perdemos, todo sentido de referencias en cuanto a las normas, reglas culturales y personas, somos como un barco perdido en un gran océano, hasta cuando tomamos la dirección correcta, eso ocurre cuando nos adaptamos, ¿a qué nos adaptamos? A las normas, a la cultura y sobre todo aceptar las diferencias. Aceptar que estas en otro país que no es el tuyo, pero es el país perfecto para aquellos que nacieron allí. Por lo tanto, por más que te quejes, y digas que no te gusta, probablemente nada va cambiar, todo va seguir igual, porque hay millones de personas que viven en ese país, que les gusta vivir así y aceptan las normas ya establecidas. Crees que la solución es mudarse a otro país, ¿no crees que allí también existen normas y reglas culturales, diferentes a las tuyas?, por lo tanto, ningún país va ser como el “hogar” que dejaste…inevitablemente es una “perdida” difícil de llenar y sustituir, pero si quieres establecerte en un país diferente al tuyo, debes aprender a aceptar y respetar las diferencias, ese es el país “perfecto” para muchos. Criticándolos no lograras nada, solo que te vean como alguien que no les acepta.
Esto me recuerda a una frase que me decía mi mamá “cuando estés en una casa ajena debes respetar y ser educada”, no crees que cuando somos emigrantes somos como ese visitante que va a una casa extraña. Imagina que tienes invitados en tu casa, y ellos comienzan a comentarte lo siguiente: “esta casa debe ser más grande”, “no me gusta tu casa, porque la mía es mejor”, "porque vives así, hay mejores manera de vivir" … ¿cómo crees que los anfitriones se sientan? ¿Qué crees que van a pensar de los visitantes? , por ello ser emigrante es aprender a respetar al otro, es comenzar a construir un "hogar", con lo mejor de los dos mundos.
Sin embargo, cuando emigramos perdemos, todo sentido de referencias en cuanto a las normas, reglas culturales y personas, somos como un barco perdido en un gran océano, hasta cuando tomamos la dirección correcta, eso ocurre cuando nos adaptamos, ¿a qué nos adaptamos? A las normas, a la cultura y sobre todo aceptar las diferencias. Aceptar que estas en otro país que no es el tuyo, pero es el país perfecto para aquellos que nacieron allí. Por lo tanto, por más que te quejes, y digas que no te gusta, probablemente nada va cambiar, todo va seguir igual, porque hay millones de personas que viven en ese país, que les gusta vivir así y aceptan las normas ya establecidas. Crees que la solución es mudarse a otro país, ¿no crees que allí también existen normas y reglas culturales, diferentes a las tuyas?, por lo tanto, ningún país va ser como el “hogar” que dejaste…inevitablemente es una “perdida” difícil de llenar y sustituir, pero si quieres establecerte en un país diferente al tuyo, debes aprender a aceptar y respetar las diferencias, ese es el país “perfecto” para muchos. Criticándolos no lograras nada, solo que te vean como alguien que no les acepta.
Esto me recuerda a una frase que me decía mi mamá “cuando estés en una casa ajena debes respetar y ser educada”, no crees que cuando somos emigrantes somos como ese visitante que va a una casa extraña. Imagina que tienes invitados en tu casa, y ellos comienzan a comentarte lo siguiente: “esta casa debe ser más grande”, “no me gusta tu casa, porque la mía es mejor”, "porque vives así, hay mejores manera de vivir" … ¿cómo crees que los anfitriones se sientan? ¿Qué crees que van a pensar de los visitantes? , por ello ser emigrante es aprender a respetar al otro, es comenzar a construir un "hogar", con lo mejor de los dos mundos.
Foto realizada por Zairebith Zambrano