Según Walter Riso, tener confianza en sí mismo o quererse es
quizás el hecho más importante que garantiza nuestra supervivencia en un mundo
complejo y cada vez más difícil de sobrellevar. Curiosamente, nuestra cultura y
educación se orienta a sancionar el quererse demasiado o sentirse orgulloso de
quién eres. Si decides felicitarte dándote un beso, posiblemente las personas
que te rodean (incluso el psicólogo de turno) evaluarán tu conducta como narciso
o prepotente. Es mal visto que nos demos demasiado tiempo, nos contemplamos o que confiemos demasiados en nuestras capacidades.
Sin embargo, el mundo laboral requiere profesionales que posean confianza en sí mismos, y capaces de reconocer sus logros, algo contradictorio con lo
mencionado en el párrafo anterior, además los trabajadores que creen en sus
capacidades suelen desempeñar mejor su
trabajo porque esta creencia les motiva, en parte, a trabajar más duro y durante
mayor tiempo, y a perseverar a pesar de las adversidades. Solemos evitar
aquellas situaciones o campos en los que tememos que podemos fallar. Normalmente
eludimos las situaciones o los entornos en los que tenemos miedo de fracasar, aun cuando realmente
poseamos las capacidades requeridas para poder afrontar con éxito una determinada
tarea porque, si no creemos ser capaces de superar sus desafíos, nos
comportaremos de un modo que terminará abocándonos al fracaso. La misma idea de
que "no puedo hacerlo" resulta
paralizante
Ahora me pregunto ¿Qué competencia debes desarrollar, para ser capaz de reconocer y creer en tus potencialidades?, la respuesta es la confianza en uno mismo está
íntimamente ligada a lo que los psicólogos denominan "autoefícacia",
el juicio positivo de nuestra capacidad para actuar. Pero la autoefícacia no es lo mismo que
nuestras capacidades reales, sino más bien
lo que creemos que podemos llegar a hacer con ellas. Las personas autoeficaces
afrontan sin dificultades los desafíos
pero quienes dudan de sí mismos la mayor parte de las veces ni siquiera lo intentan, por bien que puedan
hacerlo. Dicho en pocas palabras, la confianza
en uno mismo alienta nuestras esperanzas mientras que la duda la socava. Por lo
tanto, te invito arriesgarte y a confiar en ti mismo.
Encuéntrate y sé tú mismo; recuerda que no hay nadie
como tú. Dale Carnegie