Sófocles
El chisme es la radio del Diablo.
George
Harrison
Se me ocurrió reflexionar acerca de este tema, ya que viendo la televisión me di
cuenta que la mayoría de las conversaciones o programas de entretenimiento, las
personas invitadas comienzan sus discursos: “me dijeron que”, “yo creo que es”….
Y casi nunca muestran pruebas objetivas en relación a la afirmación que mencionan, allí comencé
a preguntarme ¿Quién no ha sido víctima de algún cotilleo?, ¿Te acuerdas
cuando has realizado un comentario no corroborado de una persona? quizás mucho
de ustedes leyendo esto se comiencen acordar de algo…
El cotilleo o Chisme es definido por el diccionario de la
real académica española como una noticia
verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a
unas personas con otras o se murmura de alguna. Es también una actividad humana que consiste en
hablar de alguien - tan bien como mal, aunque generalmente de forma
desfavorable - sin que la persona en cuestión esté presente.”
También es definido
como una forma de comunicación de dos o más personas, sobre un evento reciente o un hecho, a menudo con un juicio negativo y subjetivo. También, se podría incluir que tiene un tono
de crítica, sarcasmo, y en algunas circunstancias,
un sentimiento inconsciente de gratificación.
El chisme es lo contrario de una oración. Al orar o meditar, nos conectamos
con un poder superior en busca de: tranquilidad, esperanza, compasión, redención, amor y paz. Cuando nos involucramos en un chisme, nos
conectamos a una energía inferior, el cual fomenta malos pensamientos, negatividad, ira y resentimiento.
Recuerda esta filosofía la próxima vez que oyes o
quieres repetir un rumor.
En la Grecia
antigua, Sócrates fue ampliamente alabado por su sabiduría. Un día el gran
filósofo se encontró con un conocido que le dijo emocionado, "Sócrates,
¿sabe lo que acabo de escuchar acerca de uno de sus alumnos?"
"Un
momento", le dijo Sócrates. "Antes de decírmelo, quisiera que pases
una pequeña prueba. Se llama la Prueba de los Tres."
"¿Tres?"
"Como lo
oyes." dice Sócrates. "Antes de que me cuentes algo sobre mi alumno, vamos
a tomar un momento para poner a prueba lo que me vas a decir."
La primera prueba
es la Verdad. ¿Has asegurado absolutamente que lo que me vas a decir es la verdad?"
"No,"
dice el hombre, "de hecho, solamente lo sé de oídas."
"De
acuerdo" dice Sócrates. "Entonces no sabes si es verdad o no."
"Bueno,
intentemos la siguiente prueba, la prueba de la Bondad. Lo que me vas a decir
acerca de mi alumno, ¿es algo bueno?
"No, al
contrario…"
"Entonces,"
dice Sócrates, "¿Estás dispuesto a decirme algo malo sobre él aunque no
puedas asegurar que sea cierto?"
El hombre se
encogió de hombros apenado.
Sócrates continuó,
"Todavía podrías pasar, porque hay una tercera prueba, el filtro de la
Utilidad. ¿Lo que me vas a decir sobre mi alumno me servirá?"
"No
exactamente."
"Entonces,"
concluye Sócrates, "si lo que me vas a decir no es ni la verdad, ni bueno, ni tampoco de ninguna utilidad, ¿por qué quieres decírmelo?"
Derrotado y
avergonzado, el hombre se fue.
Por esta razón Sócrates
fue un filósofo tan grande y mereció tanto aprecio.